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Un equipo de investigación de la Universidad de Pensilvania ha logrado un avance significativo en medicina al desarrollar “antrobots”, minúsculos bio-robots fabricados con células humanas, capaces de reparar tejido neural dañado.

Fabricados a partir de células traqueales humanas, estos antrobots representan un paso crucial hacia la medicina personalizada, según expertos.

Liderado por el bioingeniero Alex Hughes de la Universidad de Pensilvania, el equipo para llegar a lo denominado “ingeniería de tejidos 2.0” ha logrado un proceso de autoensamblaje, cultivando esferoides de células de piel traqueal humana que, después de una transición en su entorno de cultivo, utilizan cilios para nadar y seguir patrones específicos.

Previamente, Michael Levin, biólogo del desarrollo de la Universidad de Tufts y su equipo diseñaron los “xenobots”, pequeños robots con células embrionarias de rana. Aunque, no podían ser utilizados para fines médicos por su origen no humano.

En pruebas terapéuticas, los antrobots, combinados para formar “superbots”, demostraron una capacidad sorprendente para regenerar neuronas cuando se colocaron sobre tejido neural dañado. Lo más notable es que este proceso de reparación ocurrió sin modificar genéticamente las células antrobot, según Gizem Gumuskaya, bióloga del desarrollo en Tufts y coautora del estudio.

Los investigadores anticipan aplicaciones futuras, desde la limpieza de arterias hasta el suministro de fármacos, utilizando antrobots fabricados a partir del propio tejido del paciente. Además, exploran la posibilidad de biobots para aplicaciones en construcción sostenible y exploración espacial.

Este descubrimiento, publicado en Advanced Science, marca un hito en la medicina personalizada y la ingeniería de tejidos, abriendo nuevas posibilidades para tratamientos avanzados y revolucionarios.