La taurina muestra efectos antienvejecimiento al prolongar la vida de los ratones, según una investigación liderada por la Universidad Columbia en Nueva York y publicada en la revista Science. Este hallazgo revela los beneficios de la taurina, que incluyen mejoras en la fuerza, coordinación, memoria, salud ósea y reducción de la senescencia celular, daño mitocondrial y del ADN, así como la inflamación crónica.
La taurina es un aminoácido presente naturalmente en el cuerpo humano y en algunas dietas. A diferencia de otros aminoácidos, la taurina no se incorpora a las proteínas, sino que existe como un compuesto libre en la mayoría de los tejidos, especialmente en líquidos extracelulares como la sangre y el líquido linfático. Desempeña un papel importante en funciones corporales como estabilizar las membranas celulares, regular la concentración de calcio en las células, formar sales biliares para la digestión de grasas, modular la actividad del sistema nervioso central, y mantener la función cardiovascular y muscular.
La investigación reveló que los niveles de taurina disminuyen con la edad en diferentes especies. Por ejemplo, en monos de 15 años, los niveles de taurina eran un 85% más bajos que en los de 5 años. En humanos, también se observa una disminución de los niveles con la edad, ya que a los 60 años solo se encuentran un tercio de los niveles presentes en la infancia.
En ratones, se observó que la deficiencia de taurina acelera el envejecimiento y reduce la expectativa de vida. Sin embargo, lo más sorprendente es que este proceso puede revertirse. Mediante la suplementación de la dieta de los ratones con taurina, los científicos lograron aumentar su expectativa de vida entre un 10% y un 23%. Además, se observaron mejoras en aspectos como la fuerza, coordinación y habilidades cognitivas.
En los ratones, también se redujeron indicadores clave del envejecimiento, como la inflamación, senescencia celular, daño mitocondrial y daño al ADN. Al aumentar los niveles de taurina en los macacos Rhesus, que son un modelo de experimentación similar a los humanos, se observaron mejoras en la salud ósea, metabólica e inmunológica.
La conexión entre los niveles de taurina y diversos indicadores de salud se examinó en más de 12.000 europeos mayores de 60 años. En general, aquellos con niveles más altos de taurina presentaban un mejor estado de salud, con menos incidencia de diabetes tipo 2, menor índice de obesidad, disminución de la hipertensión y bajos niveles de inflamación.
A pesar de estos hallazgos prometedores, aún no está claro si la taurina puede ser considerada un elixir para aumentar la vida y la salud humana. Las aplicaciones médicas y terapéuticas de estos descubrimientos todavía están lejos de ser determinadas. Además, las dosis utilizadas en el estudio fueron extremadamente altas y aún no se ha establecido la dosis adecuada para los humanos. Es importante tener en cuenta que los altos niveles de taurina también pueden afectar negativamente ciertos tipos de células blancas en la sangre, como los neutrófilos y monocitos, que son esenciales para combatir infecciones y la respuesta inflamatoria.