Científicos del Centro de Investigación y Desarrollo en Fermentaciones Industriales (CINDEFI), de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), en Argentina, en colaboración con el grupo de Carolina Medina-Montano de la Universidad de Maguncia en Alemania, crearon un sistema de nanopartículas con el potencial suficiente para disminuir las inflamaciones crónicas de hígado.
En el tratamiento de esta patología se utilizan glucocorticoides sintéticos como la dexametasona, principalmente. Sin embargo, aunque tienen efectividad, medicamentos como este, tienen muchos efectos adversos a través del tiempo, ya que son inmunosupresores y además, en pacientes pediátricos, pueden impedir el crecimiento y producir úlceras intestinales.
Con esto en mente, el doctor Germán Islan, responsable del proyecto, explicó: “Con el objetivo de evitar los efectos adversos desarrollamos un sistema nanoparticulado que nos permite encapsular la dexametasona. Lo hicimos bajo la lógica de que las nanopartículas suelen acumularse espontáneamente en el hígado y, en particular, interaccionan con las células del hígado responsables de las señales de inflamación. De esta manera, podría tratarse la inflamación crónica del órgano reduciendo, a la vez, los tan temidos efectos secundarios”.
Así mismo, el doctor explica que, para construir las nanopartículas, utilizaron una plataforma previamente desarrollada por el grupo de Nanobiomateriales del CINDEFI, que contempla ceras biocompatibles.
“Las nanopartículas resultantes (Nanopartículas Sólidas Lipídicas) demostraron ser capaces de encapsular eficientemente la dexametasona, sin producir hemotoxicidad y sin interacción con las proteínas del plasma. Como ventaja adicional, su conservación es sencilla y permite mantener sus propiedades intactas luego de un año de almacenamiento”, explicó a Argentina Investiga.
En ensayos in vitro, se comprobó que la actividad antiinflamatoria se extiende hasta por 24 horas; un gran avance en comparación con la dexametasona libre (es decir, no encapsulada en nanopartículas), cuya actividad dura aproximadamente seis horas.
Este hallazgo abre la puerta al desarrollo de nuevas terapias que reduzcan los efectos adversos asociados al tratamiento y, al mismo tiempo, disminuyan la cantidad de dosis.
No obstante, los investigadores advierten que, si bien los resultados obtenidos hasta el momento resultan esperanzadores, estos desarrollos son todavía incipientes, y la llegada de un sistema farmacológico de estas características al mercado es un proceso extenso que requiere evaluaciones clínicas en pacientes humanos también. Sin embargo, sistemas basados en plataformas similares ya se encuentran en el mercado, y la dexametasona es un fármaco con un largo historial de uso, por lo que su transferencia al sector productivo, aunque compleja, está lejos de ser inviable.
El proceso de investigación fue realizado por el Centro de Investigación y Desarrollo en Fermentaciones Industriales (CINDEFI) dependiente del CONICET y de la UNLP, y el Hospital Pediátrico de la Universidad de Maguncia, cuyo investigador responsable del proyecto es el doctor argentino Maximiliano Cacicedo.
A su vez, se contó con la colaboración de grupos de investigación del Instituto de Genética Veterinaria (IGEVET, UNLP-CONICET La Plata), el Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA, CONICET-UNLP), y el Laboratorio Max Planck de Rosario (MPLbioR, UNR-MPIbpC).
Los encargados del proyecto, Germán Islan, Ignacio Rivero Berti y sus colegas, exponen los detalles técnicos de su sistema en la revista académica Pharmaceutics, bajo el título “Nanostructured Lipid Carriers Loaded with Dexamethasone Prevent Inflammatory Responses in Primary Non-Parenchymal Liver Cells”. (Fuente: Universidad Nacional de La Plata / Argentina Investiga)